¿Cómo podemos dar forma dramática a nuestras ideas? Desde Aristóteles hasta nuestros días, muchos autores han desarrollado manuales en la que desglosan todos sus elementos en sus distintas formas y variantes.

El curso pretende dar una visión contemporánea de dichos elementos, desde una dinámica práctica que involucre continuamente al alumno a través de ejercicios.

Argumento, acción y estructura dramática. 

La trama, es decir, la organización de los hechos, es el alma del drama. Por lo tanto, la eficacia dramática no es una cuestión semántica, sino sintáctica, de manera que una idea sólo puede convertirse en materia dramática cuando el autor es capaz de componerla como una acción, un hecho, que se estructura en sus diversas partes de manera que atrape al espectador y le transmita ideas y emociones a través de lo que les ocurre a los personajes.

Personaje y conflicto.

Los personajes son los agentes de los que se vale el autor para construir la acción mediante los conflictos que se producen entre ellos y su desarrollo. Por lo tanto, el conflicto del personaje es el motor de la acción; pero para que sea eficaz, necesita ser creado de manera idónea para desarrollar los conflictos y la acción en la que le vamos a introducir: sus características y atributos. El triángulo necesidad – objetivo – acción. La unidad de opuestos entre protagonista y antagonista.

Espacio y tiempo.

Tradicionalmente, los hechos se desarrollan en la obra dramática en las coordenadas espaciotemporales, cuya combinación genera un modelo de estructura u otro. El manejo contemporáneo del espacio y el tiempo nos lleva a estructuras y narrativas inesperadas que pueden aportar significado en sí mismo y enmarcar la acción en nuevas dimensiones más allá del prurito realista.

Premisa y pensamiento en la obra dramática.

Toda obra dramática se convierte en un signo en un sistema de comunicación en el que el espectador es el receptor. Pero, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina, el pensamiento que se desprende de la obra o la premisa que se convirtió en acción? ¿Sabemos lo que estamos contando en realidad?
El seminario pretende dar respuesta a todas estas cuestiones con ejemplos prácticos y sencillos, que clarifiquen el potencial de todos estos elementos y permitan al autor utilizarlas como herramientas en la composición de obras dramáticas, tanto en la ficción teatral, televisiva o cinematográfica.